El método más común de analizar los datos de la “vida ” de un activo es usando el método de Weibull. La razón es que es lo suficientemente flexible como para manejar las fallas de mortandad infantil, las fallas de envejecimiento y las fallas aleatorias. Una crítica general por los estadísticos es que, para hacer un buen análisis, se necesita una gran cantidad de datos; pero para los ingenieros de confiabilidad, ¡más datos significan más fallas!
Por lo tanto, me siento cómodo usando muy poca o ningún dato para asignar los parámetros de Weibull a los modos de falla. ¿Por qué? Porque me permite comunicar el comportamiento de los modos de falla a los demás, me lleva a elegir un determinado tipo de tarea de mantenimiento, y se establece una línea de base, por lo que a medida que reúna más datos de falla o donde no hay fallas (suspensiones), puedo actualizar mi predicciones para reflejar el rendimiento real de la planta.
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