Modelo informado para la selección de la estrategia de mantenimiento

La ausencia de documentación y la presencia de una metodología deficiente de mantenimiento estratégico sin duda conducen a una gestión de activos o gestión de planta con una estrategia del funcionamiento a la falla. En un esfuerzo por abordar esta situación, este artículo presenta las mejores prácticas y los factores informados que los gerentes de activos y el personal de mantenimiento deben considerar a la hora de seleccionar la estrategia de mantenimiento adecuada para su activo o planta.

Vale la pena señalar que la estrategia de mantenimiento utilizada para la mayoría de los activos es una función de cuán crítico es el activo en la operación diaria de la planta, la disponibilidad de sus piezas, el valor del activo y el contexto operativo de la organización.

Exploremos algunos factores informados a considerar.

1La estrategia de mantenimiento debe ser personalizada.

Esto implica que debe considerar todos los factores relevantes de la situación en cuestión. Por ejemplo, las necesidades de la empresa. La estrategia de mantenimiento seleccionada debe ser exclusiva de cada empresa, pero la estructura subyacente debe desarrollarse para que pueda ser comparable.

2La estrategia debe seguir los procesos de trabajo.

El erudito semántico Antti Salonen describe las diferentes partes del flujo esquemático del proceso de trabajo de la siguiente forma.

  • Visión y misión de la empresa: la estrategia debe basarse en la visión y la misión de la empresa.
  • Formulación de los objetivos estratégicos de la empresa: estos objetivos deben ser respaldados por todas las estrategias funcionales. Con respecto a la estrategia de mantenimiento, es esencial considerar no solo los objetivos estratégicos generales de la empresa, sino también los objetivos de producción, los cuales son el cliente de la organización de mantenimiento.
  • Definir los objetivos estratégicos del mantenimiento: se deben considerar los objetivos estratégicos del departamento de producción y la empresa, y los objetivos deben reflejar tanto la eficacia como la eficiencia. Esto se hace con el fin de satisfacer a todos los interesados.
  • Vincule los objetivos estratégicos a los indicadores estratégicos de desempeño: los indicadores de desempeño se miden para evaluar el cumplimiento de los objetivos estratégicos. Preferiblemente, todas las partes interesadas, como el departamento de producción y los propietarios, deberían participar al elegir los indicadores de desempeño. Con este enfoque, aumentará la aceptación de la estrategia entre las partes interesadas.
  • Realice un análisis de deficiencias global: aborde las deficiencias actuales o potenciales en el desempeño del mantenimiento. Una vez hecho esto, identifique los factores que pueden influir en la deficiencia entre los niveles actuales y deseados.
  • Realice un análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA): aborde las deficiencias identificadas en relación con los factores considerados estratégicos para el desarrollo de la función de mantenimiento. A partir de los resultados del análisis FODA, haga una lista de acciones a tomar.
  • Determine un plan de desarrollo estratégico: este plan se puede configurar priorizando las acciones identificadas del análisis FODA.
  • Formule la estrategia de mantenimiento: después de instaurado el plan estratégico de desarrollo, se puede formular la estrategia de mantenimiento.1

Figura 1: Flujo esquemático del proceso de trabajo

3La estrategia de mantenimiento debe seleccionarse en relación con la producción y las actividades comerciales.

Esto significa que es necesario comprender cómo la función de mantenimiento afectará la necesidad dinámica del departamento de producción. Esto se debe a que los objetivos de producción y mantenimiento son inseparables. Los objetivos de producción y mantenimiento también deben ser compatibles con los objetivos de la empresa a fin de elegir la estrategia de mantenimiento adecuada que se adapte al negocio y al activo.

En la figura 2, el círculo más grande ilustra el proceso de pensamiento estratégico del gerente de mantenimiento. Este proceso de pensamiento comienza con el objetivo de mantenimiento de la planta o los activos.

Figura 2: Un modelo centrado en la empresa (BCM) para seleccionar la estrategia de mantenimiento adecuada2

4Una estrategia de mantenimiento debe funcionar como una hoja de ruta que permita e incluya alternativas; no está destinado a ir en una sola dirección.

La estrategia de mantenimiento debe seguir siendo flexible para que pueda cambiar con la situación de la empresa. El mapa de ruta se puede crear basándose en los resultados de la evaluación comparativa y las observaciones de las mejores plantas de la empresa.

5Para formular una estrategia de mantenimiento y elaborar un plan de mantenimiento, se deben responder las siguientes preguntas:3

  • ¿Qué hay que hacer?
  • ¿Cuáles son los elementos más importantes o activos críticos?
  • ¿Cuáles son los requisitos legales a ser considerados?
  • ¿Cuándo se puede realizar el trabajo para evitar la pérdida de producción?
  • ¿Con qué frecuencia deben realizarse encuestas, inspecciones, trabajo y pruebas?
  • ¿De dónde viene el dinero?

6Un modelo para la formulación de una estrategia de mantenimiento.4

El mantenimiento debe considerarse como un socio dentro de la empresa, con el objetivo general compartido de producir y vender productos con un margen de ganancia aceptable. Para lograrlo, debe entenderse que todas las funciones dentro de la empresa contribuyen a la rentabilidad. Por lo tanto, la función del mantenimiento debe alinearse con los objetivos comerciales generales. Antes de desarrollar o seleccionar una estrategia de mantenimiento, se debe establecer la necesidad de un cambio. Dentro de la filosofía de mantenimiento, el cambio debe ser adoptado como una expectativa importante y constituyente. El proceso de desarrollo de la estrategia de mantenimiento comienza con la declaración de la filosofía de mantenimiento, que es una expresión del papel de la función de mantenimiento dentro de la empresa y el enfoque elegido para la forma de cumplirlo.

El siguiente paso es considerar los objetivos de la función de mantenimiento. Los objetivos pueden ser a nivel corporativo, de producción y de mantenimiento, y los objetivos deben responder a las fuerzas impulsoras de la producción.

El tercer paso es evaluar las prácticas y problemas de mantenimiento. La figura 3 representa la gama de sectores de políticas de mantenimiento y las prácticas correspondientes a considerar para esta evaluación, la cual, una vez completada, puede utilizarse para desarrollar un programa de mantenimiento. Luego, deberían desarrollarse las tácticas de cómo integrar prácticas existentes con las nuevas.

Figura 3: Rango de sectores de políticas de mantenimiento y prácticas correspondientes

El último paso es determinar el plan de instauración.

7Otros factores informados a considerar son:

  • condición o naturaleza de los activos o la planta;
  • paso del tiempo o la antigüedad del activo;
  • la tasa de falla indica qué tipo de estrategia de mantenimiento se debe elegir;
  • cada unidad de la maquinaria o instalación;
  • reducción de costos o efectividad;
  • ambiente de trabajo y seguridad;
  • criticidad del activo y el tipo de maquinaria que recibirá mantenimiento.

Conclusión

En resumen, el tipo de estrategia de mantenimiento seleccionado debe depender de la naturaleza crítica de la maquinaria, la disponibilidad de los repuestos, el tamaño y la naturaleza de la organización, la tecnología disponible y la política de mantenimiento de la organización.

Referencias

  1. Salonen A. “Strategic Maintenance Development in Manufacturing Industry.” Thesis, Mälardale, 2011.
  2. Kelly, Anthony. Maintenance Systems and Documentation, 1st Edition. Oxford: Butterworth-Heinemann, 2006.
  3. Gupta, A.K. Reliability, Maintenance and Safety Engineering. South Orange: University Science Press, 2009.
  4. McAllister K., Armstrong, J., and Wilson, A. “Asset Maintenance Management, a guide to developing strategy and improving performance.” Surrey: Conference Communication, 1999.