Optimizar su estrategia de mantenimiento le ayuda a alinear el mantenimiento con los objetivos generales del negocio. Por ejemplo, si necesita obtener 100 mil unidades de una pieza de equipo, su enfoque para mantenerlo sería muy diferente que con un activo que es 100% redundante.
Al revisar y optimizar su estrategia, también puede mantener un equilibrio ideal entre:
Costos de mantenimiento – el costo de mano de obra, materiales y servicios necesarios para mantener la funcionalidad actual del activo
Disponibilidad del activo – el porcentaje de tiempo que el activo está disponible cuando es necesario
Costos del ciclo de vida: la suma de los costos para diseñar, instalar, operar, mantener y desmantelar un activo
A la larga, una estrategia de mantenimiento optimizada puede ayudarle a maximizar la producción, calidad y seguridad al menor costo, manteniéndose dentro del límite de riesgo de su empresa.
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