En nuestro medio, es común que una máquina continúe vibrando luego de ser balanceada. Por tanto, es importante seguir un protocolo de balanceo antes del balanceo en sí, el cual consta de los siguientes pasos:
Antes del balanceo se comprueba que la parte rotante se encuentre en buen estado, procediendo a limpiarla en el caso de rotores que trabajan con material que se incrusta en su superficie.
Adicionalmente, se comprueba si el eje no se encuentra flexado o si las partes rotantes tienen un buen alineamiento interno (que todas sus partes giren concéntricamente alrededor del eje de simetría del rotor). El asiento de los rodamientos es inspeccionado cuidadosamente y cualquier desajuste corregido inmediatamente. Todos estos pasos son obligatorios si se quiere llegar a un proceso de balanceo exitoso, caso contrario, es probable que el equipo continúe teniendo fallas escondidas (flexión del eje, desalineamiento interno, soltura, etc.), lo que incidirá en una disminución significativa de la vida útil de la máquina.
Consejo enviado por nuestro lector Mario Urquizo desde Guayaquil, Ecuador.