Saudi International Petrochemical Company aumenta el rendimiento de la confiabilidad

Saudi International Petrochemical Company aumenta el rendimiento de la confiabilidad del mantenimiento

por Jean-Paul Sacy

Con el asesoramiento de DuPont, Saudi International Petrochemical Company (Sipchem) creó un programa de transformación para proporcionar mejoras significativas y sostenibles en el rendimiento del negocio.

Partiendo de raíces humildes en 1999, Sipchem es ahora un fabricante de productos químicos reconocido mundialmente y una sociedad anónima saudita con más de 1100 empleados de todo el mundo. Actualmente produce alrededor de 2.6 millones de toneladas métricas de productos básicos, intermedios y polímeros cada año en 10 plantas integradas en Jubail. Con muchos procesos de producción complejos, la confiabilidad del mantenimiento es clave para garantizar operaciones seguras y eficientes. Una de las plantas experimentó una importante interrupción no planificada en 2014 que requirió mantenimiento y reparaciones extensas y ocasionó pérdidas de producción significativas.

Sipchem ya había pasado mucho tiempo trabajando con diferentes consultores a lo largo de los años para mejorar la confiabilidad de la planta. “Hemos visto algunos resultados buenos, pero nunca de manera sostenible”, expresó Ibrahim A. Al-Rushoud, vicepresidente de Operaciones, Servicios de Fabricación. “Realmente queríamos mejorar la eficiencia y la calidad para lograr la exce‑lencia en toda la organización. Eso significaba crear una cultura de eliminación de defectos que nos permitiera realizar la optimización de los activos”.

Decidido a evitar la recurrencia de interrupciones no planeadas y mejorar la confiabilidad del mantenimiento en general, a fines de 2014, Sipchem decidió llamar a DuPont Sustainable Solutions (DSS), la rama de consultoría para la gestión de seguridad y activos de DuPont, para llevar a cabo una evaluación de cuatro semanas de la función de mantenimiento y confiabilidad (M&R) de Sipchem.

Centrarse en la prevención proactiva

La evaluación sacó a la luz todos los aspectos de la función de M&R, analizando los datos de rendimiento, haciendo estudios comparativos y de observación, entrevistando al equipo gerencial y procesos de mapeo.

La cultura de M&R existente en Sipchem era principalmente reactiva, con énfasis en realizar acciones urgentes. Eso generaba estrés y tensión de manera constante y no permitía que la organización se centrara en la prevención y el desarrollo de un sistema basado en la intervención proactiva. El resultado fue un alto nivel de costos fijos, lo que impactó negativamente en la posición competitiva de la compañía, particularmente en vista del reciente cambio en las condiciones del mercado de petróleo y gas.

La solución propuesta fue diseñar un programa de transformación que evitara los problemas de confiabilidad y resolviera los existentes, mejorara la planificación y la programación, y aumentara el tiempo de actividad. Los consultores identificaron una serie de oportunidades de mejora significativas y sostenibles que podrían lograrse dentro de un período de tres años de instauración del programa de transformación al reducir la frecuencia y gravedad de los incidentes de confiabilidad y su impacto en la productividad.

El Sr. Al-Rushoud explica: “Seleccionamos dos sitios piloto con diferentes procesos de planta para probar el proyecto de transformación, asignamos dos recursos dedicados a tiempo completo y formamos un equipo de proyectos con experiencia”. Sipchem nombró al programa SMARTO (Transformación del Mantenimiento y la Confiabilidad para las Operaciones de Sipchem).

Objetivos del proyecto

Una de las primeras cosas que hizo el equipo de proyectos SMARTO fue poner a todos los miembros a jugar el Manufacturing Game®. Muy lejos de ser un juego de mesa para niños, este juego, desarrollado por un pequeño equipo de exinventores de la industria, ayuda a los jugadores a entender el papel de otras funciones de fabricación haciéndoles asumir diferentes posiciones dentro de la organización ficticia.

Figura 1: Diagrama de estructura del proyecto

Cuando se trataba de aclarar las funciones y responsabilidades de los procesos e interfaces fundamentales entre confiabilidad, mantenimiento y operaciones (uno de los objetivos del proyecto) la experiencia del juego ayudó a las personas a comprender mejor las funciones de los demás.

Como parte del nuevo programa de seguridad, se desarrollaron sistemas de gestión para que Sipchem pudiera tomar decisiones basadas en hechos. Los paneles de rendimiento se mostraron en todos los sitios para que todos pudieran ver los beneficios del SMARTO y, de esta manera, impulsar mejoras continuas.

Además, la comunicación proactiva y el cambio en el comportamiento fueron vitales. Se llevó a cabo un taller de liderazgo de dos días para 25 gerentes séniores que firmaron hasta ocho compromisos claves, que varían desde realizar un mínimo de dos caminatas por semana hasta aumentar la cantidad de veces que hacen y reciben comentarios. Posteriormente, cada uno tuvo sesiones de asesoramiento individuales para guiarlos por toda la metodología de M&R.

El objetivo era crear un sistema de gestión que asegurara resultados sostenibles a través de reuniones de revisión diarias, semanales y mensuales. Hacer el seguimiento e informar las métricas diarias ubicaron a Sipchem en una mejor posición para monitorear el rendimiento general. Con este fin, Sipchem también acordó medir los nuevos indicadores clave de resultados (KPI):

  • porcentaje de notificaciones de alta prioridad;
  • cantidad de órdenes de trabajo atrasadas;
  • cantidad de órdenes de trabajo abiertas;
  • utilización de recursos humanos;
  • eficiencia de la planificación;
  • cumplimiento del cronograma;
  • precisión de la planificación;
  • costo de mantenimiento como porcentaje del valor estimado de reposición (ERV) de la planta;
  • valor del inventario de mantenimiento como porcentaje del ERV.

A medida que progresaba, el proyecto SMARTO aplicó gradualmente medidas correctivas para lograr mejoras importantes en los KPI. Sin embargo, el objetivo principal del proyecto era diseñar, desarrollar y aplicar los cuatro procesos principales de M&R: planificación y programación, solución de problemas de confiabilidad, prevención de pro‑blemas de confiabilidad y mejora del tiempo de actividad.

Figura 2: El efecto del programa SMARTO con el tiempo

Diseño y desarrollo de proyectos

Durante la fase de diseño del proyecto de transformación, se realizaron una serie de talleres centrados en los cuatro procesos de M&R y la comprensión de las mejores prácticas en los manuales de procesos relacionados. Se utilizó un programa de software para el seguimiento de la eficiencia de la producción en las dos plantas piloto seleccionadas para lograr una medición eficiente y uniforme del tiempo de actividad de la planta y asignar correctamente las pérdidas de producción y las causas.

El programa ya está mostrando resultados tangibles al final del primer año de la transformación. Sipchem ha cambiado la forma en que mide el rendimiento y, en lugar de centrarse solo en los indicadores de retraso, ahora está tomando un enfoque mucho más proactivo.

Otro cambio es que ahora se aplican las recomendaciones, mientras que anteriormente a menudo quedaban en el papel. Aplicar recomendaciones del análisis de causa raíz de fallas (RCFA) dirigido por el equipo del proyecto SMARTO ha posibilitado eliminar el problema recurrente de sobrecalentamiento en una de las plantas, permitiendo mantener plena capacidad de producción durante los meses de verano.

Figura 3: El extenso equipo del proyecto SMARTO y todas las partes interesadas

“Nuestro objetivo es ser una de las mejores empresas petroquímicas de la región en términos de seguridad, confiabilidad, eficiencia y calidad”, concluye el Sr. Al-Rushoud. “Ahora las personas están más comprometidas porque ven los resultados. Hubo un cambio positivo en la cultura, el compromiso, la responsabilidad y el cumplimiento. Hemos visto una reducción de 20 por ciento en los costos de mantenimiento sin afectar la producción. Nuestra eficiencia ha mejorado y eso también ha comenzado a reducir nuestros costos de contratos”.

El próximo paso para Sipchem es asegurar la sostenibilidad total de algunos de los primeros impactos del programa SMARTO, aprovechar las lecciones aprendidas y lograr mejoras continuas mediante la aplicación del proyecto SMARTO en las demás plantas.