Por esta razón, desde la fase de Planeación y Preparación del programa TPM debemos seleccionar un área piloto donde podamos lograr éxitos tempranos con la aplicación de los diferentes pilares. Esté es el comienzo de un proceso que nos puede llevar de 3 a 5 años para llegar a la culturización que estamos buscando. Si bien es cierto que las organizaciones necesitan tiempo para que el cambio de cultura se manifieste en todo el personal, también existen catalizadores que podemos agregar para que nos ayuden a dar mayor velocidad a la implementación, con un alto impacto en los resultados, en tiempos más cortos de implementación. Antes de platicarles a que me refiero con catalizador, quisiera profundizar en lo importante que es concluir cada fase de implementación correctamente y tratar de evitar avanzar por avanzar. Con la aplicación del TPM las compañías van evolucionando en la manera de hacer las cosas, pasando desde la fase de Planeación y Preparación, en la cual no existe ningún sistema establecido que nos muestre como se aplican herramientas y/o metodologías y la filosofía del TPM, solo ha nacido el interés de la Dirección por aplicar el TPM como una nueva forma de trabajo o su nivel de compromiso es tal, que se empieza a trabajar en planes para poder iniciar su aplicación. Concluida esta fase, avanzamos a la fase de Desarrollo, en este momento se encuentra terminada la fase de Planeación y Preparación y se empieza aplicar las diferentes prácticas del TPM en las áreas piloto, hay recursos asignados para asegurar el éxito en la implantación del TPM. En seguida, entramos a una fase de Consolidación, empezamos a ver resultados en el área piloto y el TPM se despliega rápidamente al resto de la Empresa. Concluida la fase de Consolidación, las prácticas del TPM comienzan a aplicarse en todas las áreas de la empresa, se logran los resultados esperados por la Dirección en toda la Empresa y se busca lograr disciplina en el cumplimiento de los procedimientos establecidos, se estandarizan y uniformizan criterios en todo el personal y en toda la Planta. Continúan los procesos de Mejoramiento Continuo para superar las metas alcanzadas, en este momento el TPM es un forma de trabajo en la empresa, estamos en la Fase de Estabilización. Finalmente entramos a la Fase de Excelencia, en está fase los resultados alcanzados son tales, que pueden ser considerados entre los mejores en el mundo, aquí la empresa es Líder en TPM y lo demuestra por sus resultados y el nivel de cultura que tiene todo el personal respecto a la industria en general.
Como podemos ver, el camino nos es fácil, por eso necesitamos agregar otros ingredientes que nos ayuden a mantener la confianza y entusiasmo en el personal. En mi experiencia hay herramientas de la Manufactura Esbelta como el KAIZEN que sirven como catalizador en la aplicación del TPM, porque ayuda a que pilares como el Mantenimiento Autónomo, Mejora de Equipos y Procesos, Administración Temprana de Equipos, entre otros, aceleren los resultados, enfocando correctamente el esfuerzo en corto plazo. Esto permite que el cambio de cultura sea más fácil de entender y asimilar por la gente. Con el KAIZEN orientamos a los equipos a adoptar el hábito de mejora continua rápida y enfocada, buscando la innovación y la creatividad antes de gastar dinero. Es un método de implantación y al mismo tiempo una filosofía que trabaja en mejoras rápidas y continuas. Una manera de empezar a trabajar con KAIZEN es integrando equipos multidisciplinarios para resolver diversos problemas de la Planta, facilitando con ello la aplicación del TPM, haciendo más efectiva la detección y corrección de anormalidades o concluyendo más rápido los proyectos de mejoras en la maquinaria con muy buenos resultados, por mencionar algunos ejemplos. Los eventos KAIZEN tienen una duración de una semana donde los equipos de trabajo atacan un problema específico para mejorar indicadores estratégicos de la compañía, tales como la Efectividad Total de los Equipos (ETE) o los costos de mantenimiento de la Empresa. Es importante mencionar que el KAIZEN no se limita a solo una semana de trabajo, es el hábito de la mejora diaria. Una vez que la gente ha entendido la relación del KAIZEN con el TPM, la mejora continua puede aplicarse a todas actividades cotidianas de los pequeños grupos para mantener y mejorar la maquinaría, equipos e instalaciones. En resumen, la filosofía de TPM nos lleva a un cambio de cultura importante en la manera en que todos en la organización tenemos responsabilidades que contribuyen a preservar la vida de nuestros activos y mantenerlos con un alto nivel de confiabilidad. Y si introducimos catalizadores como el KAIZEN podemos lograr resultados mucho más rápidos y de alto impacto en cada una de la fases de la aplicación del TPM.
