Un error común a menudo visto en la implementación de una estrategia de confiabilidad es el de utilizar herramientas de confiabilidad como análisis de RCM, FMEA y RCFA, mientras la organización todavía se encuentra en un modo reactivo de mantenimiento.

En esta etapa, estas herramientas pueden producir algunos resultados rápidos que se desaparecen rápidamente debido a la naturaleza de lucha por resolver problemas de una organización.

El punto clave es recordar que el propósito de establecer una estrategia de confiabilidad es de proporcionar una base racional y lógica a los programas de Mantenimiento Preventivo. Los ahorros de los costos son un resultado de la utilización efectiva de recursos de mantenimiento con un aumento de la disponibilidad del equipo.

El mejor enfoque es de aplicar primero los indicadores claves de desempeño y entonces vigilar la eficacia de los programas existentes de Mantenimiento Predictivo. Haga los ajustes necesarios a los programas existentes hasta que las actividades reactivas de mantenimiento sean reducidas entre un 15% a un 20% de todo el trabajo de mantenimiento.Esto puede tener como resultado un Mantenimiento Preventivo excesivo, pero los recursos ahorrados debido al tener un trabajo planeado, pueden ser utilizados en la segunda etapa del proceso. Una vez que una organización esta fuera del modo reactivo, llega a ser el momento oportuno de aplicar un programa de confiabilidad con tecnologías predictivas de mantenimiento para reducir la carga de trabajo reactiva a 3%-5% de todo el trabajo del mantenimiento.