Asset Strategy Management: The Missing Link in Reliability Programs

Si bien el proceso de mantenimiento centrado en la confiabilidad no ha cambiado mucho en los últimos 20 años, la tecnología sí lo ha hecho. Ahora usted puede ser más eficiente en la forma en que va revisando las tareas de mantenimiento y puede mejorar el modo en que utiliza los datos crecientes disponibles para usted. Sin embargo, incluso con nuevas tecnologías, más datos y un enfoque sólido para el desarrollo de la estrategia de mantenimiento, muchos gerentes de activos aún desperdician millones de dólares del dinero de su organización. Es dinero que se puede ahorrar fácilmente si se sabe por qué está desapareciendo y cómo evitarlo.

Para ilustrar, veamos un ejemplo de la vida real. A los gerentes de activos se les pide regularmente que dirijan proyectos para revisar las estrategias de mantenimiento de los sitios y activos que no cumplen con sus objetivos de disponibilidad o que estén sufriendo fallas frecuentes no planificadas o altos costos. Normalmente se ponen a trabajar recopilando la jerarquía de activos, el historial de pedidos de trabajo y los planes de mantenimiento actuales. Usando todos estos datos, aplican sofisticadas metodologías para desarrollar una estrategia de mantenimiento optimizado. En un proyecto en particular, se pronosticó que las estrategias revisadas resultantes reducirían los costos de mantenimiento en 18 por ciento anual y mejorarían la disponibilidad en 3 por ciento.

Fue un excelente resultado. Pero (y aquí radica el problema) el sitio no pudo instaurar y ejecutar la estrategia de manera efectiva, por lo que continuó experimentando fallas no planificadas y poca disponibilidad. Ahí está el desperdicio de dinero.

Para realmente darse cuenta del valor, se debe instaurar una buena estrategia y luego actualizarla con el tiempo. En esencia, la estrategia debe ser gestionada. Esto incluye flujos de trabajo, revisión y aprobación por parte de los expertos pertinentes, uso de contenido genérico siempre que sea posible y la toma de decisiones impulsada por datos.

Aprender de las fallas pasadas

Hace diez años, cuando el mantenimiento centrado en la confiabilidad (RCM) estaba realmente alcanzando su pico, más y más organizaciones comenzaron a invertir en la tarea de desarrollar estrategias de mantenimiento. Pero según una investigación, un significativo 60 por ciento de estas estrategias nunca se instauraron. Piense en el dinero desperdiciado.

O, si se instauraba una estrategia, probablemente se cambiaría con el tiempo con poca o ninguna supervisión. Por lo general, el trabajo de una buena estrategia se deshace y las cosas vuelven a ser cómo eran.

De manera realista, cualquier cambio en una estrategia, como el intervalo, las duraciones, las tareas específicas y el contenido de instrucción, debe gestionarse con un flujo de trabajo dedicado que incluya justificación y la oportunidad de utilizar cualquier gran mejora en toda su base de activos.

El poder de combinar la gestión del trabajo con la gestión de estrategias

Para solucionar estos problemas endémicos, el enfoque de una organización necesita evolucionar a la gestión de estrategias, así como a la gestión del trabajo.

Piénselo. La gestión del trabajo tiene que ver con la ejecución de las tareas. La gestión de estrategias consiste en decidir qué tareas deben ejecutarse. Puede tener el mejor proceso de ejecución de trabajo, pero si no está trabajando en las estrategias correctas, entonces no obtendrá resultados. Los gerentes de activos deben asegurarse de que los equipos están ejecutando efectivamente la estrategia correcta.

Además, los equipos de confiabilidad y mantenimiento deben tener la agilidad necesaria para adaptarse cuando se hace un cambio positivo en una estrategia en un sitio de una organización con varios sitios o en un activo común utilizado varias veces en un solo sitio. ¿Cómo se aplica rápidamente este cambio de ahorro de costos en otros sitios de la organización?

Por ejemplo, piense en una compañía de servicios de agua que opera 400 estaciones de bombeo en todo el país, en la que cada una opera con el mismo equipo. Digamos que hay una falla de la bomba en un sitio y un técnico hace un buen trabajo de análisis de causa raíz que conduce a una estrategia recomendada en torno a una tarea que debe hacerse. Si la decisión del técnico va a un área central para su revisión y aprobación, y luego se aplica de manera eficiente y electrónicamente en todas las otras estaciones de bombeo, la compañía podría potencialmente ahorrar miles de dólares en futuras reparaciones, reducir el riesgo y mejorar el rendimiento.

Dondequiera que encuentre grupos de excelencia, debe activarlos en todas partes de manera efectiva.

Adoptar un enfoque de mejores prácticas y crear una cultura de excelencia

El secreto de la gestión estratégica exitosa radica en mirar más allá de los SAP y Maximo del mundo. Puede intentar estandarizar estos sistemas para lograr un enfoque “generar una vez, usar muchas veces”, pero no funcionará. El sistema computarizado de gestión del mantenimiento (CMMS) está diseñado para gestionar las tareas de trabajo, no para gestionar la estrategia.

En cambio, necesita un enfoque y una solución separados para la gestión de estrategias, que se integre directamente con su sistema de gestión del trabajo. De esta manera, si su equipo de confiabilidad y expertos en la materia diseñan una nueva estrategia de activos que hará que su organización ahorre millones de dólares, entonces puede estar seguro de que se aplicará con éxito a todos los activos relevantes en todos los sitios. Asimismo, obtendrá visibilidad de la estrategia en un solo sitio y podrá desplegarla de forma rápida y fácil en toda la empresa. Con un programa de gestión de estrategias de activos, sus estrategias de activos serán dinámicas, evolucionarán constantemente e inculcarán una cultura para lograr la excelencia en la confiabilidad.

ESTO HACE QUE LA CONFIABILIDAD SEA UNA REALIDAD.