Volver a los fundamentos de la verdadera excelencia operacional
por Amin Elsherif
Muchas compañías están comenzando a buscar y establecer sofisticadas herramientas y tecnologías de mantenimiento y confiabilidad (M&R) con la esperanza de encontrar lo mejor para poder alcanzar la excelencia operacional (OE). Términos como gestión del rendimiento de los activos (APM), análisis predictivo, aprendizaje automático, Internet Industrial de las Cosas (IIoT), la Nube, planta conectada, etc., están abriéndose paso en todo lo que es M&R. Tan innovadores como estos conceptos pueden ser, adoptar tecnologías avanzadas sin primero abordar los fundamentos básicos de M&R es como construir la casa más fina del mundo sobre un cimiento que se desmorona.
Las organizaciones no suelen tener éxito en el logro de los resultados deseados de la puesta en marcha de tecnología porque tienden a omitir los fundamentos de M&R en su apuro por perseguir el premio a la excelencia operacional (OE). Es importante entender que la tecnología por sí sola no proporcionará la solución. En cambio, la solución se encuentra dentro de la aplicación de los fundamentos de la gestión de M&R que tiene un impacto directo y significativo en la OE.
A menudo, las compañías están interesadas en cumplir con los estándares para la gestión de activos, como la norma ISO55000. Sin embargo, es importante saber que estos estándares se limitan a establecer pautas para un sistema de gestión, no las especificaciones de cómo el cumplimiento se ejecuta en realidad. Desde el principio, las compañías que buscan alcanzar la OE deben asegurarse de que los fundamentos de M&R estén sólidamente establecidos, ya que dichos fundamentos son esenciales para ayudar a los negocios a alcanzar sus objetivos mientras proporcionan una plataforma sólida para mejorar a través de la innovación y la automatización.
Fundamentos de M&R
Una y otra vez se oye hablar del uso de atajos y desvíos que ocasionan fallas catastróficas; fallas que podrían haberse evitado si no se usaran dichos atajos. En la mayoría de los casos, las causas principales incluyen la falta de prácticas fundamentales necesarias para garantizar la confiabilidad de los procesos, la seguridad del personal y la protección del medioambiente.
El desarrollo de los fundamentos de M&R comienza al asegurarse de que las organizaciones hayan desarrollado y creado sus estándares de M&R, así como sus principios rectores, procedimientos y prácticas de trabajo. Igualmente importante es diseñar y aplicar indicadores clave de resultados (KPI) significativos basados en el monitoreo del estado no solo de los objetivos de la OE sino lo que es más importante, la instauración efectiva del propio programa de la OE.
Uno de los fundamentos de M&R es un proceso de gestión de trabajo de mejora continua, representado como un ciclo continuo en sentido horario en la figura 1.
Figura 1: Los fundamentos de la gestión de M&R: ciclo de mejora continua de la gestión del trabajo
- Identificación del trabajo: el ciclo comienza con la identificación del trabajo de mantenimiento. Ya sea preventivo, predictivo o correctivo, cada uno se prioriza en función del riesgo. Todo el trabajo proactivo se identifica a través de un proceso de selección de trabajo basado en el riesgo.
- Planificación: una vez que se identifica el trabajo, el proceso de planificación del mantenimiento comienza para asegurar que se pongan en marcha acciones correctas para realizar el trabajo de manera segura, eficiente y efectiva.
- Programación: el proceso de programación del mantenimiento se configura para permitir la aplicación más eficiente de recursos capacitados y calificados apropiadamente, y la disponibilidad de partes y materiales adecuados para apoyar el trabajo.
- Ejecución del trabajo: el éxito de la etapa de ejecución del trabajo depende en gran medida de la calidad del paquete de trabajo y de la utilización apropiada de estándares, procedimientos y competencias adecuadas. Una medida del resultado deseado es cero reelaboraciones.
- Análisis y mejora continua: la mejora continua del proceso de M&R depende de la capacidad de analizar y medir métricas de desempeño e indicadores clave de resultados (KPI), identificar deficiencias y oportunidades e iniciar acciones para impulsar la mejora a través de este ciclo continuo.
Basarse en los fundamentos para lograr la excelencia operacional
Es importante entender que el logro de la OE depende de la consideración adecuada de las personas, los procesos y la tecnología, como se ilustra en la figura 2.
Figura 2: Modelo de clasificación de la excelencia operacional (OE)
El modelo de clasificación de la excelencia operacional es un método de gestión de uso común diseñado para identificar, aplicar, monitorear y evaluar los controles para gestionar el riesgo. La OE requiere que las personas correctas estén en su lugar para garantizar que se empleen los procesos correctos, totalmente apoyados por la tecnología adecuada, incluyendo herramientas para administrar el proceso y apoyar la toma de decisiones del ciclo de vida.
Los expertos estiman que se desperdicia uno de cada tres dólares de mantenimiento, lo que pone más énfasis en la gestión del mantenimiento porque, en algunos casos, el mantenimiento se ve como el único costo más controlable. La madurez de las prácticas de M&R ha aumentado la demanda de una mayor disponibilidad; menores costos de mantenimiento; mayor calidad del trabajo; y más seguridad y cumplimiento ambiental. Para mejorar la efectividad y el rendimiento del costo total, muchas estrategias de equipo han cambiado hacia un enfoque más predictivo o basado en las condiciones, en lugar de un enfoque fijo de intervalos. Saber cuándo es probable que ocurra una falla permite que las organizaciones conozcan la vida útil máxima del equipo sin los efectos ne‑gativos de una falla funcional total, particularmente la pérdida de producción. Sin embargo, a medida que más y más estrategias cambian hacia un enfoque basado en las condiciones, la capacidad de gestionar dicho programa es aún más difícil, especialmente si los fundamentos de M&R no son sólidos.
Visión, marco y hoja de ruta
Como se mencionó anteriormente, es importante tener una visión de M&R e incorporarla en el objetivo general del negocio corporativo. Un ejemplo de una visión de M&R es:
“Nos comprometemos a la aplicación rigurosa de las mejores prácticas de M&R, generando niveles de seguridad, disponibilidad de activos y rendimiento de costos de clase mundial”.
Esta visión puede lograrse al determinar las deficiencias actuales en las mejores prácticas, así como los cambios necesarios requeridos en las categorías claves de personas, procesos y tecnología.
- Personas: se centra en áreas, como funciones y responsabilidades; la toma de decisiones basadas en el valor; recursos competentes y responsables; responsabilidad de la primera línea de equipos y procesos; y fomentar una cultura de confiabilidad.
- Proceso: se concentra en alinearse con los objetivos comerciales claramente definidos que se enfocan en temas tales como la gestión del ciclo de vida de los activos; procesos y flujos de trabajo organizativos integrados; mejores prácticas que se incorporan en los procesos estandarizados; KPI y métricas alineados; estudio comparativo interno y externo; estrategias de equipo basadas en el riesgo; estrategias de piezas de repuestos basadas en el riesgo; presupuestar con base en la estrategia; y alianzas estratégicas con proveedores claves.
- Tecnología: se centra en la facilidad de acceso a datos integrados; configuración y funcionalidad de sistemas alineados con procesos; capacidad de ingresar y captar datos de origen simplificados por la tecnología; documentación integrada y vinculada a los equipos; KPI gestionados a través de paneles de control automatizados; control efectivo de la información de los activos del ciclo de vida; y aprovechar plenamente la tecnología de próxima generación para admitir la gestión de la OE por excepción.
Los mejores resultados buscan continuamente una ventaja competitiva y una gestión efectiva de los fundamentos de M&R que representan una oportunidad significativa. A medida que se desafía a las organizaciones a mejorar la eficiencia en el trabajo, muchas iniciativas han dado pequeños pasos hacia el logro de una ventaja competitiva. Sin embargo, una evaluación de las prácticas de los empleados de mejor desempeño demuestra que para lograr un desempeño de clase mundial se necesita un cambio fundamental en la actitud de los trabajadores y la naturaleza del trabajo. Un enfoque holístico y permanente de los procesos de gestión de activos proporciona la capacidad de cambiar la naturaleza del trabajo y fomentar una cultura centrada en la confiabilidad. Este es el verdadero fundamento de la excelencia operacional (OE). Sin embargo, la realidad es que la OE es un viaje, no un destino.