WIRAM - 28:32
por Leticia Garay, Asistente Dirección de Operaciones, Goldcorp Inc.
La minería ha sido una actividad tradicionalmente poco importante en Argentina, pero hacia finales del siglo XX el sector de la minería a gran escala empezó a experimentar un fuerte desarrollo, sobre todo en el caso de la minería metalífera, que ha impulsado la apertura de nuevas minas y la continuidad de las explotaciones ya existentes.
La minería era tradicionalmente un trabajo rudo, que requería fuerza y de un alto riesgo para los obreros. Se manejaba el pico y la pala, había que ventilar continuamente las galerías a cientos de metros bajo tierra ante la falta de oxígeno, el frío, el calor o la humedad.
Pero estos cambios tecnológicos y técnicos, el afortunado avance de la conciencia ambiental desde hace aproximadamente 50 años, las grandes mejoras de las condiciones de seguridad, salud e higiene en el trabajo confluyeron con otro proceso paralelo e igualmente afortunado: el avance de la mujer en los distintos ámbitos de la vida económica, social y política.
Estos avances también se vieron reflejados en la inclusión y participación de la mujer en la industria minera Argentina. Ha ido en incremento la participación de la mujer en los distintos puestos laborales. Las políticas implementadas por las empresas en Recursos Humanos es que durante las búsquedas de empleo consideran en igualdad de condiciones a hombres y mujeres. Hombres y mujeres que trabajan en una misma categoría reciben la misma remuneración, que se ajusta de acuerdo a su nivel de experiencia y antigüedad en la compañía.
Pero a pesar de estos avances todavía existen ciertos obstáculos y limitaciones (Techo de cristal) que condicionan a la mujer su llegada a los puestos jerárquicos de las corporaciones y les bloquea la posibilidad de avanzar en su carrera profesional hacia cargos de nivel gerencial y ejecutivo.